Para todos los que disfrutamos del placer de una copa de vino, Francia es una referencia ineludible a la elegancia, delicadeza y armonía. Por supuesto, hay excepciones. Les puedo asegurar que cuando catan un vino de Bordeaux , Loire o Alsace, por sólo nombrar algunas regiones, los sentidos se enloquecen de alegría.
Torre Eiffel de noche. Un espectáculo maravilloso.
Con este post no pretendo describirles las regiones ni hablarles sobre vino, sino sobre algo que considero muy importante: el alma del vino o lo que hay dentro de una botella.
En mi pequeña estadía por París, pero muy productiva, tuve la oportunidad de recorrer y descubrir el vino francés a través de su gente, calles, historia y cultura. La inquietud y avidez de conocimiento me llevo a los rincones de la ciudad. París me empujaba a conocerla más y más, ni la lluvia pudo detener mis pasos.

La visita a Versailles me hizo comprender todo. La tradición y elegancia del Chateau y sus jardines me transportó inmediatamente a los grandes vinos de Francia. La comparación fue inevitable. En cada rincón del Chateau se respiraba historia, orgullo, delicadeza y ese toque de amor por la tierra y el lugar que los bodegueros también impregnan en todos sus vinos.
En Versailles pude evidenciar el cariño que imprimen en cada uno los detalles del lugar. Hay mucha simetría y exactitud y belleza en las curvas que envuelven los jardines. Un paseo por sus estos te permite soñar e ir más allá al igual que los vinos. Si me permiten la comparación, la pasión de las personas que participan en la elaboración del vino, el amor por su tierra, cada uno de los detalles que interviene en este maravilloso proceso son muy similares al cuidado de estos jardines porque cuando tienes amor por algo lo cuidas y lo embelleces.
Bacchus en los Jardines de Versailles
Como siempre digo conocer las regiones de vinos es importante pero lo que hay detrás de una botella te llena, cierra el circulo perfecto para poder degustar un vino con una sonrisa amplia.
Al igual que los jardines la botella de vino es una realidad inmóvil pero no inerte. Esta realidad que vive en la botella transmite un sin fin de sentimientos una vez abierta . El recorrido por Versailles envuelve el mismo ritual de una copa de vino: empezás viendo el vino de diferentes ángulos, interactuas , interpretas todo las sensaciones de las personas que lo hicieron, toda la dedicación al momento de realizarlo. Ambos mundo el del vino y los jardines te transportan al momento en que se construyó o embotelló y es un viaje impagable.
Palacio de Versailles desde la Fuente de Neptuno
Algunas recomendaciones para visitar Paris: batería del móvil siempre cargada, prestar mucha atención a los detalles , zapatillas cómodas, paraguas y música de Edith Piaff para vivir una experiencia única.
El Panteón de París fue originalmente un templo dedicado a la patrona de la ciudad. Aquí yacen los restos de muchos personajes ilustres de Francia.
Para los fanáticos del vino como yo hay una segunda visita obligada: las tiendas especializadas en Paris. Esto es solo un listado personal pero hay miles de tiendas que pueden recorrer:
Wine by One: Un lugar ideal para probar diferentes vinos de Francia por copa sin tener que comprar la botella. Si quieren viajar por Francia a través de sus vinos esta es la mejor opción.
En un ambiente acogedor O Chateau ofrece un lugar único en París. Un increíble bar de vinos y tres comedores privados dónde se pueden utilizar para catas o eventos privados.
Wine Touch otro gran espacio dedicado al vino ubicado en el corazón de París. Excelente opción para catar diferentes vinos de Francia y el mundo.
Legrand Filles et Fils, una emblemática tienda de vinos de París donde se respira la pasión por el vino. Visitarla es recorrer la historia gastronómica de Paris.
Les Caves Auge El encanto rústico de París. Muy buena selección de vinos de precio medio y gama alta. Un must en el recorrido por París.
Ya saben a caminar con paraguas en mano, descubrir y dejarse enamorar por Francia y sus vinos.
Santé!!