La tradición marca que a las 12 comemos una uva junto por cada campanada. Este año quería proponerles algo diferente: tomar una copa de vino de países diferentes.
Empezamos por Argentina y su Malbec. Un honor abrir el telón de estos vinos con uno de los que marcó mis inicios. Qué mejor exponente que Catena Zapata. Mundus Bacillus Terrae Malbec 2013 aporta una concentración y acidez alta ideal para una guarda larga. Un gran vino para celebrar la llegada de un nuevo año.

Si hay un zona que despertó mi curiosidad en este 2018 ha sido Jerez. La Manzanilla Papirusa de Lustau fue una de mis favoritas por su frescura punzante y vibrante acidez. Un aperitivo ideal para acompañarla con jamón ibérico

Nueva Zelanda es una tierra con paisajes interminables donde los sauvignon blanc tienen un marcado reconocimiento internacional. Uno de mis favoritos es el Sauvignon Blanc Single Vineyard de Bodega Villa Maria. Sus aromas fruta de la pasión mezclada con notas herbáceas le dan una frescura vibrante.

Muchas veces la Riesling se la identifica con Alemania. La versatilidad de esta variedad es inmensa. Desde vinos espumosos, dulces o secos. Este Riesling VDP en Rheingau de Schloss Johannisberg es asombroso. Frescura y acidez con una largo final. Si les gusta las comidas picantes podrían probar con este vino.

Nada mejor que un buen rosado para abrir el apetito. Côtes de Provence ofrece una gama de vinos impresionantes. Este Cru Classé de Domaine de La Croix (Cinsault, Garnacha y Mourvedre) de color cebolla y aromas a melocotón y albaricoque es un elixir para los que somos amantes de estos vinos.

De vuelta en Sudamérica y una uva quizás desconocida por algunos: la Tannat. Uruguay es uno de los lugares donde se da muy bien. Les recomiendo el Tannat Gran Reserva de Bodegas Pisano. Un vino robusto y potente que tiene su mejor aliado en las parrilladas o barbacoas.

Cruzamos la cordillera y nos adentramos en el Valle de Aconcagua donde Eduardo Chadwick y Robert Mondavi idearon este vino. Seña 1997 elaborado con uvas Cabernet Sauvignon y Carmenere es intenso y concentrado con sabores muy bien integrados.

Desde Sudáfrica llego el momento de la Pinotage, un cruce de Pinot Noir y Cinsault (Hermitage) ideado para rescatar lo mejor de las dos variedades. Rijk’s 888 de Pierre Wahl es de esos pinotage que no se olvidan. Sus aromas a grosella, taninos sedosos y aromas equilibrados son simplemente espectaculares.

A ciertos vinos los precede una fama, bien ganada por cierto. Este es el caso de los super toscanos que han cambiado la historia. Vinos de guarda, complejos y extraordinarios. Tenuta San Guido y su Sassicaia 2012 Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc es una oda al vino. Aromas a cassis, muy buena estructura y elegante. Ideal para larga guarda.

Grecia y sus vinos es un mundo desconocido por algunos. Su baja graduación alcohólica y su frescura puede enamorar a muchos que recién se están iniciando en el mundo del vino. Esta es una uva dificil de pronunciar pero fácil de beber: Argiogitiko. Nemea de Estate Constantin Gofas son de esos vinos complejos con mucho cuerpo que tiene un final largo en boca que permite disfrutar por horas.

Francia tiene regiones de todos los colores pero Châteauneuf du Pape es mi lugar en el mundo. Famille Brunier Domaine Du Viux Télégraphe de Garnacha, Mourvedre, Syrah Cinsalut y otras, crearon este vino con aromas potentes sedoso paladar y una fresca acidez. Un vino que perdura por años en la memoria.

No podía faltar el champagne en el brindis!. Elegí Drappier Grande Sendrée 2008 para cerrar un año maravilloso y celebrar el inicio del 2019. De uvas Chardonnay y Pinot Noir le dan una elegancia y un refinamiento ideal para celebrar el cierre del telón y comienzo de una nueva obra.

Feliz 2019 y que se cumplan todos sus deseos!!